sábado, 15 de febrero de 2014

¿Qué coño pasa en Navarra?

"A mí me da igual lo que piensen los demás", dijo un momento antes de entrar en la última foto que había subido a su Facebook para ver cuantos “me gusta” tenía.

Y es que nos importa lo que piensen los demás; y mucho. Queremos que nos vean guapos y felices. Nadie enseña su foto del DNI.

Yo hasta hace unos días me veía bastante guapo como ciudadano navarro. Que sí, que llueve mucho. Que las cosas son caras, no se liga una mierda de lo sosos que somos y no reparten tapas con las cervezas. Pero a cambio siempre hemos presumido de un alto nivel de vida, unos resultados educativos de excelencia europea, una tasa de paro relativamente baja, una sanidad pública de calidad y por encima de todo nuestra foralidad; esa “cosa” que nos permite recaudar nuestros impuestos aquí y luego negociar con España cuánto aportamos al erario estatal (pagándonos nosotros solos sin pedir a papá Estado algunas cosas), legislar de forma diferente al resto de Comunidades Autónomas en virtud de nuestro Fuero e ir por ahí diciendo que antes de España ya existía Navarra con sus reyes y que si no hubiese sido por Sancho el Mayor que dividió el reino entre sus hijos seríamos “dueños” de media España. Tertulias de bar con tres gin-tonic.

El caso es que esta semana toda esa imagen se ha derrumbado. Y lo malo es que lo que ha salido no ha sido lo que ha ocurrido sino interpretaciones manidas a nivel nacional de lo que ha pasado y de lo que se supone que va a pasar.

¿Qué es lo que ha ocurrido? Pues que tras tres años de una legislatura salpicada de escándalos como las dietas que cobraban de Caja Navarra o el Ayuntamiento de Pamplona algunos políticos que fueron archivadas por la justicia nos encontramos con que Idoya Nieves, directora gerente de la Hacienda Foral (esa entidad que nos hace diferentes al resto de España), dimite (deja su trabajo, ni finiquito ni leches, ciao ciao) y explica en sede parlamentaria que lo hace por injerencias políticas (supuestamente de la vicepresidenta del Gobierno y consejera de economía) que salpican a la presidenta del Gobierno Foral. Unas acusaciones que, horas después, la vicepresidenta Lourdes Goicoechea es incapaz de desmentir. Todos los grupos parlamentarios (6 grupos y 2 parlamentarios no adscritos para una comunidad de 600000 habitantes, toma variedad) piden una comisión de investigación y el PSN-PSOE (primer partido de la oposición) comunica que si se confirman las acusaciones desbancarán a UPN del poder con una moción de censura que dará paso a elecciones forales. Hasta ahora mi relato es absolutamente riguroso y objetivo. Y son unos hechos que de confirmarse harían caer a cualquier Gobierno. Aquí es donde entran los medios nacionales (todos politizados de una u otra forma) como altavoces del statu quo actual. A partir de este instante el caso de supuesta corrupción desaparece del foco y se centra en “lo de siempre” (llevamos 40 años igual).

El caso salta a los informativos y a las mesas de debate. Y en “La noche en 24 horas” del Canal 24 Horas me encuentro con un contertulio que dice literalmente “Navarra es como Macedonia”. Con dos cojones. Me habría gustado preguntarle si se refería a Macedonia como región griega o a la Antigua República Yugoslava de Macedonia porque no encuentro ni media similitud. Pero diciendo “Macedonia” la gente ya se imagina un paisaje gris y caótico y broncas en el hemiciclo. Conclusión, el contertulio no tenía ni idea de qué pasa aquí.

Segundo comentario del programa. “La ETA puede gobernar en Navarra si hay moción de censura y elecciones”. Se refieren a que le tercera fuerza aquí es Bildu, coalición con la que no comparto absolutamente nada (me jode tener que repetir esto para argumentar cualquier cosa en los últimos días), pero que es tan legal como cualquier otra del Parlamento de Navarra y que es necesaria para sacar adelante la moción. E implícitamente se está diciendo que los ciudadanos de Navarra somos gilipollas y que no debemos poder elegir quién debe representarnos en el hemiciclo foral. Aquí nadie está hablando de independencias ni nada parecido. ¿Puede haber algo más democrático que la ciudadanía se expresándose libremente en las urnas?

Y es que Navarra es cuestión de Estado. Es esa región tan diversa que la gobiernan regionalistas (UPN es un partido navarrista-españolista de derechas) pero es “añorada” por nacionalistas vascos por una realidad histórica y cultural que congrega a un buen número de ciudadanos navarros. Desde Madrid (concepto casi futbolístico) se valora que Navarra no puede caer en manos nacionalistas. Es algo así como la última frontera. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz no se mordió la lengua y anteayer soltó un clarísimo “Navarra es estratégica para España”. Y el PSOE se apresuró a decir que “con Bildu ni a la vuelta de la esquina” no vaya a ser que le salpiquen con eso en la Carrera de San Jerónimo cualquier mañana. ¿Veis? Ya nadie habla de que, supuestamente, la vicepresidenta pidió datos confidenciales a la Hacienda Foral de contribuyentes de su asesoría privada. ¿A quién le importa un pequeño caso de corrupción con la que ya ha caído en otras partes sin consecuencias (Gürtel en la Comunidad Valenciana, Noos en Baleares y ERE en Andalucía)?

El ventilador que esparce mierda se puso en marcha y llegó a mi padre. “Me han dicho que la Nieves esa es de Bildu de toda la vida”. Y a mí eso me da igual. La cosa es intoxicar. Y agitar el fantasma de Bildu (y hablar de pistolas y amonal desde lugares donde nunca han vivido nada de eso aunque ETA lleve tres años muerta y bien que está así) para que la gente se acojone. ¡Elecciones no! ¡No se vayan a volver locos estos navarros!

Se nos está faltando al respeto a los navarros. Se nos trata como a niños que no pueden elegir lo que quieren para su tierra a pesar de asistir a escándalos mayúsculos que últimamente tocan lo más “sagrado” del lugar, nuestra Hacienda. Cuando la política se hace con una calculadora de escaños lo que ocurre es que el ciudadano es tratado como un títere. Es educado por prensa manipuladora y gurús ignorantes de lo que hablan. Y así seguimos y, previsiblemente, seguiremos.

Esta es mi humilde y subjetiva visión del tema que nos ha hecho saltar al Telediario más allá del 6 de julio con el Chupinazo. Las verdades universales solo existen en las matemáticas así que aquí tenéis mi verdad teñida de opinión. Tan válida o más que la que se imprime en el ABC o El País. Que yo, al menos, la he escrito desde el cogollo del follón.

PD1: En “Hoy por Hoy” de la Cadena SER un tertuliano dijo ayer “Navarra es como Italia”… No quiero saber cómo sería un “bunga bunga” foral...

PD2: Como véis mi blog está más que moribundo ya que últimamente le doy más a Twitter así que os invito a seguirme en @jaurrietaz. Nos leemos por ahí.

Jau, a las 13:30 horas del 15 de febrero de 2014.
Escuchando “Rojo” de Barricada.

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