martes, 27 de marzo de 2012

Es triste pedir pero más triste es que me robes... ¡la palomilla del sillín de la bici!

Este texto se podría haber titulado perfectamente "Más frío que robando ferretería barata".

Al tema. Resulta que hace unos minutos me encontraba bajando por la Calle Chapitela hacia la Calle Mercaderes para recoger mi bicicleta y volver a casa tras tomar unas cervezas. Imaginaos que iba diciendo "titirí, titirí" o algo así.

Ha sido un día típico de currelo haciendo frigoríficos para que compréis cuajadas de marca blanca algo recortado porque me he ido a firmar mi nuevo contrato que me ligará a la empresa hasta septiembre de 2012. (Cláusula de resicisión prohibitiva. Abstenerse gigantes de la refrigeración comercial). ¡Septiembre de 2012... guau! Así se ata a las jóvenes promesas del R-404.

Bueno, movidas laborales aparte os decía que bajaba a por mi bici. La veo desde lejos. Tan bella, tan dorada, tan de segunda mano. Siempre que me acerco a mi velocípedo le suelo comentar a quien venga conmigo que han robado el suyo. Nos disponemos a liberar nuestras bicis de la cadena cuando veo que el sillín está muy bajo. Qué raaaaaro... se me habrá bajado.

Y sí, se ha bajado. Pero porque a alguien se le ha ocurrido que mi palomilla del sillín, doradica ella, era digna de ser robada. Porque el sillín estaba candado al cuadro y no se lo podía llevar. El caso es que el que ha mangado el artefacto de metal se ha ido con él a casa tan contento dudando si ponerlo sobre el tapetito de punto de su abuela o como picaporte en la puerta del salón.

Así que el trayecto a casa lo he hecho de Pamplona a Burlada con el sillín totalmente bajo simulando a los que van a hacer piruetas al skate park. Solo me faltaban los dos tubicos en el eje trasero.

Pues el que se ha pegado el trabajo de darle vueltas hasta soltarlo en una de las calles más concurridas del Casco Viejo que sepa que me da igual. Que al llegar a casa le he puesto el tornillo y la tuerca de una bici vieja y punto (previo reagujereado de la arandela ya que las métricas 6 y 8 no casan; gracias vecino por echarme un cable). Que dentro de unos días se dará cuenta de que ese trasto le ocupa sitio en un cajón y será consciente de que es un "pringao" por haberlo robado. Y que si le da por seguir robando cosas algún día le pilla la policía y le caerá la del pulpo. Y mejor que sean los municipales porque como sea alguien al que le ha robado y no sea un tirillas como yo...


Jau, a las 21:53 del martes, 27 de marzo de 2012.